La hidroxiapatita es un recubrimiento que aporta muchas prestaciones a las prótesis articulares. Y es que al ser un material biocompatible, además de evitar la posibilidad del rechazo de la prótesis, ofrece muchas garantías en su aplicación biomédica.
Ventajas del recubrimiento de hidroxiapatita en las prótesis articulares
Una de las ventajas de la hidroxiapatita en las prótesis articulares es que este material acelera la osteointegración, consiguiendo la perfecta fijación biológica de la prótesis, gracias a que contiene un fosfato de calcio de prácticamente la misma relación de calcio y fósforo que el hueso humano.
Así, el hueso “reconoce” a la hidroxiapatita como si fuera parte de si mismo. Y con ello se consigue evitar el rechazo de la prótesis y la fijación del hueso en la prótesis como si de un injerto se tratara.
A ello se une que el recubrimiento de hidroxiapatita mejora el comportamiento del metal de la prótesis en el medio fisiológico.
Las prótesis suelen estar hechas de acero inoxidable, aleaciones de titanio o aleaciones de cromo-cobalto, por la resistencia mecánica que ofrecen. Pero si no están recubiertas de un material biocompatible puede producirse una liberación de iones al medio o una corrosión del metal, con efectos negativos para la salud del paciente.
De ahí que el recubrimiento de hidroxiapatita sea muy positivo por la estabilidad química que ofrece, ya que no se disuelve en el medio fisiológico en el corto plazo y no reacciona con el metal.
De hecho, según diversos estudios clínicos, las prótesis articulares con recubrimiento de hidroxiapatita presentan una duración mucho más elevada que otras técnicas de fijación al hueso.
Y es que gracias a sus propiedades bioactivas de osteoconducción, los recubrimientos de hidroxiapatita en las prótesis articulares ayudan a acelerar y mejorar su fijación en el hueso, a su estabilidad y a que permanezca mucho más tiempo.
La importancia de la técnica fijación de la hidroxiapatita en las prótesis articulares
¿Qué características debe tener los recubrimientos de hidroxiapatita garantizar la fijación del implante y unas características bioactivas positivas? Los recubrimientos de hidroxiapatita deberían tener una porosidad baja, buena adhesión al sustrato, una cristalinidad de media a alta, y una estabilidad química y de fase altas.
Para garantizar todas estas ventajas es importante tener presente la técnica de fijación de la hidroxiapatita en las prótesis. ¿Por qué?
Para evitar vacíos entre el metal y el recubrimiento que faciliten la colonización bacteriana; para reducir la fragilidad del recubrimiento, evitando grietas y otros factores que afecten a la calidad de la prótesis; y para que exista una buena fijación del recubrimiento a la prótesis para no afectar al proceso de osteointegración.
Además, es necesaria una proporción adecuada de este material para permitir una integración rápida y duradera del implante.
Por ejemplo, si el recubrimiento contiene más sales clásicas amorfas que hidroxiapatita cristalina, reaccionará rápidamente con su entorno óseo, pero esa rapidez puede dar lugar a un anclaje fibroso del implante.
Por otro lado, un recubrimiento muy rico en hidroxiapatita cristalina tardará más en reabsorberse y, por tanto, la integración de la prótesis será más lenta.
El propósito es crear un tratamiento superficial para piezas que van a estar sujetas a fricción extrema y para favorecer la integración del hueso.
Esta técnica permite que la capa más externa del recubrimiento sea rica en sales amorfas de disolución rápida, con lo que se consigue una unión más rápida al hueso, mientras que en capas más profundas hay una mayor proporción de hidroxiapatita cristalina que permitiría una integración en el hueso de buena calidad y larga duración.
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